El Concilio Vaticano II toca a su fin y los seminaristas mindonienses otean las directrices romanas a la espera de la fumata blanca de la “apertura”. La mayor doctrina de cambio en el sacerdocio desde Trento, se decía. En los pasillos, en los patios, se hablaba de las nuevas directrices. No podía quedar ajeno a tal efervescencia una plataforma de tanto eco interno como la revista Trapecio, editada por los filósofos, cuyo número 16, de noviembre de 1965 estuvo dedicado casi en su totalidad a esta hora inaugural: qué se espera de Roma, y, más extensamente, cómo está en ese momento el Seminario, sus planes educativos y su organización, Es un número reservado prioritariamente a la opinión de profesores, sacerdotes e incluso a las fuerzas vivas mindonienses encabezadas por el alcalde. No puede ser más plural este modesto ágora de papel. Como documento de época, este ejemplar de Trapecio es hoy un tesoro para historiadores.
Colaboran en este número:
Manuel Villares Vázquez. Sargadelos, 1948
Wenceslao Vila Poupariña. Bretoña, 1947
Ángel Felpeto Enríquez. San Juan de Alba (Vilalba), 1947
Obispo Jacinto Argaya (1903-1993)
Cardenal Giacomo Lercaro, 1891-1976
Darío Balea Méndez, sacerdote y profesor. Nacido en Santa Comba de Orizón, Castro de Rey, 1929.
Gabriel Vázquez Seijas. A Coruña, 1927. Sacerdote
Juan Puchades Quilis, Valencia, 1934. Profesor de Arte Inst. Mondoñedo
Xil Agras Hermida. Sacerdote. Roupar (Xermade), 1930
José Trapero Pardo. Periodista, exseminarista. Riberas de Lea, 1900-Lugo, 1995
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